Aceptar al otro, es tenerle fé; respetar sus tiempos, sus espacios; entender sus silencios y esperar sus señales. Para aceptar primero hay que conocer lo que se ve del otro y lo que no se ve, y así puedo decir te conozco, y porque te conozco te elijo, y porque te elijo te acepto, y porque me aceptas soy feliz.
viernes, 12 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario