sábado, 28 de marzo de 2009


A veces damos todo por alguien que no sabe que quiere, le damos todo: tiempo, nuestra más tierna mirada, nuestro más sincero abrazo, nuestros más lindos besos…Y ellos no lo valoran. Entonces… ¿por qué? Si amamos con todo nuestro ser, ¿para qué amar si nos van a romper el corazón en mil pedazos? ¿para qué amar si vamos a llorar interminables noches? A esa persona le brindas lo que sos y lo que no también. Y cuando no está, un mar de dudas invade tu mente. Y si él te mira indiferente… vos sabes. Que nunca más va a estar para secar tus lágrimas…Y tal vez pienses que nunca es tarde para aprender de tus errores.


Ya habrán escuchado esta frase muchísimas veces, pero:
¡SON TODOS IGUALES!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario